Las sesiones del cofundador de Rush Hour atraviesan géneros, tempos y continentes. Antal comparte 23 años de sabiduría como DJ con Aaron Coultate.
Durante una fría mañana de un sábado de Enero, un Antal Heitlager de chandal se encuentra en uno de los campos del Olympiaplein, al oeste de Amsterdam, observando al equipo de fútbol sub8 de su hija. Los niños corren detrás de la pelota. Sus padres los observan desde un lateral con termos de café hirviendo entre sus pies. Heitlager, el entrenador del equipo, aplaude a los jugadores y los despide chocándoles la mano cuando abandonaban el campo.
Dos horas antes, sobre las 7:30 AM, Heitlager terminaba su sesión rechazando cortésmente las peticiones para hacer un bis en De School. Esa noche ofreció una clase magistral en cabina con un amplio espectro de música disco, house, acid, techno, kwaito, que enlazó astutamente. Trabajando en la penumbra de un club negro como el carbón, cumplió su labor con gran entusiasmo. A veces, durante una mezcla, movía sus manos por encima de la ecualización como si los knobs estuvieran literalmente ardiendo. Al completar una mezcla, quitaba el disco de la alfombrilla y agitándolo se abanicaba antes de volver a guardarlo en su funda.
Heitlager es muchas cosas: DJ, entrenador de fútbol, padre de familia y la figura principal detrás de Rush Hour, una tienda de música respetada mundialmente, sello discográfico y distribuidora situada en Amsterdam. Aunque su gusto está anclado al house y al techno de Chicago y Detroit, su conocimiento musical se extiende más allá de géneros concretos y recorre puntos diferentes del planeta, desde Sudáfrica a Brasil a Japón. No es fácil decir qué es lo que une o conduce sus gustos, aunque tal vez sea su amor por la música más sentimental, ya sea hecha con un piano o con una caja de ritmos. En esta entrevista, Heitlager pone al descubierto su pasión por el arte del DJing, compartiendo consejos técnicos que ha aprendido con el sudor de su frente y dando también una idea general de su visión creativa.
¿Cuándo comenzaste a pinchar?
En 1994, tal vez a finales del '93. Tenía 15 o 16 años cuando escuché por primera vez música house. Sonaba extraña. Mi hermano solía trabajar en clubes, y por aquel entonces había algunos sitios en Holanda que pinchaban ese tipo de música. Con 17 años empecé a trabajar en el club De Waakzaamheid. Estaba en un barrio de la ciudad pero fue uno de los tres clubes holandeses más importantes en materia house y techno. Siempre había un montón de DJs locales pero una vez al mes venía a pinchar gente como Derrick May, Carl Craig, Darryl Wynn, Jedi Knights o DJ Rush. Al final de la noche, cuando teminaba de trabajar, me dirigía al dueño del club y le decía, "¿Cuándo puedo abrir una sesión?". Se lo preguntaba cada semana. Es embarazoso pensarlo ahora. Él siempre me decía cosas como, "Bueno, tal vez la próxima". Un día llegué a casa del colegio y había un flyer, —cuando te llegaban flyers publicitarios de las fiestas al buzón de tu casa—, y mi nombre aparecía en él. Sentí tanta emoción.
¿Qué recuerdas de tus primeras actuaciones?
En mi primera sesión programé al completo los 30 primeros minutos en casa. No había improvisación. Sabía que iba a pinchar "Your Love" de Lime así que ya querría pinchar disco. Era lo único que conocía junto con Sylvester "Do You Wanna Funk" y "Underwater" de Harry Thumann, que eran verdaderamente importantes en De Waakzaamheid. Ansiaba escucharlos en sesiones house. Supongo que significaba que también sentía interés por otro tipo de cosas.
Empezaste con Rush Hour cuando tenías alrededor de 20 años, con lo que has debido sumergirte tú solo y por ti mismo en este mundillo durante esa etapa.
Sabía que eso era lo que quería hacer en ese momento. Nunca me planteé si eso era lo que quería para el resto de mi vida pero me atraía mucho. Tenía ese sentimiento nervioso y de excitación por los discos. Tan solo con verlos, tocarlos y sentirlos, era precioso. Recuerdo que fuimos víctimas de un robo en mi casa y me birlaron la videoconsola. El seguro nos pagó algo de dinero. Estaba ya cansado así que me aparté de todo lo relacionado con el mundo de los videojuegos y me compré un plato Technics. Me gustaba ir a dormir y que estuviera cerca de la cama. Me despertaba y lo tocaba, era un plato tan robusto. No me podía creer que tuviera un Technics 1200 en casa.
En ese momento estaba aprendiendo a mezclar y estaba constántemente buscando oportunidades. Recuerdo ir de viaje con el colegio a Londres y visitar tiendas como Fat Cat y Reckless Records. Después empezaría a viajar allí regularmente. Los viajes eran duros porque no había dinero para hoteles. Ibamos en bus a última hora de la tarde, viajábamos por la noche, llegábamos, cogíamos el metro, pasábamos el día en Fat Cat Records y volvíamos a coger el bus para volver a casa la misma noche. En esta etapa era vendedor privado, me apresuraba en conseguir más discos y más conocimiento. Después, en algún momento, me presentaron a Christiaan (Macdonald) y juntos abrimos Rush Hour.
¿Pinchabas mucho en ese momento?
No demasiado. Pero en 1998 conocí a KC The Funkaholic que era, y sigue siento, un programador en la sala Paradiso de Amsterdam. Era un tipo con un sentimiento especial para la música disco y el hip-hop. El house solía estar antes muy relacionado con todo esto pero después se volvió más techy. En ese momento estaban la gente del oeste de Londres, personas como IG Culture y Dego, empezando a hacer música upbeat. DJ Spinna, que era hip-hop, de repente comenzó a producir música house. Aquel material combinado con Detroit era el sonido que nos apasionaba de verdad. Y a KC le gustaba que nos acercáramos a la música house de una manera más emotiva. Él tuvo una noche llamada Paradisco donde pinchaba hip-hop, disco y soul. Poco después estrenaría las fiestas Paradisco 2000 con nosotros, era una propuesta tal vez más moderna. Inmediatamente después estaríamos produciendo grandes fiestas con invitados extrangeros como Peven Everett y Joe Claussell.
Cuando la recesión de la industria discográfica, hace una década más o menos, decidiste asumir el riesgo y expandir la Rush Hour focalizando vuestro interés en el vinilo, ¿verdad? ¿Cómo impactó eso a tu faceta como DJ?
Bien en 1999, 2000 y 2001, todo iba en aumento. Primero no tienes actuaciones, luego de pronto sí tienes conciertos. No tienes reputación, y luego de repente se empieza a hablar de Rush Hour. Así que las cosas iban en muchas direcciones, pero entonces hubo un momento, —alrededor de 2005 or 2006— cuando de pronto iTunes, streamings, todo, todo lo digital surge. Y mucha gente decía 'Vale, este es el futuro, no me interesan los discos'. Senciallmente amaba lo que estábamos haciendo, pero se hizo un poco más difícil porque algunas personas estaban perdiendo el interés. Pero la gente también vendió muy baratas sus colecciones. Todavía tengo algunos discos de ese período difíciles de encontrar hoy.
Había gente diciendo que Rush Hour tendría que convertirse más en un estilo de vida. Muchas tiendas estaban cerrando, —por ejemplo Mr. Bongo, que tenían una gran tienda, la cerraron. En otras tiendas empezaron a vender zapatillas de deporte, cafés y cosas así.
Era todo muy dudoso. En alguno momento, tienes que pensar hacia dónde vas. Así que nosotros dijimos 'Vamos a implicarnos con los discos.' Para mí es más sobre el conocimiento. Si todo se vuelve digital, y alguien de Austria o donde sea puede ir a la tienda de tu web, entonces es una oportunidad. No me quería involucrar con estas otras disciplinas. Sólo quería hacer discos.
¿Fue tu estilo de DJ cambiando a través del tiempo?
Pienso que pinchando soy como yo prefiero ser, pero también es inconscientemente un reflejo de la época. Me enganché al sello Kindred Spirits, así que estaba más cercano a la música africana y brasileña, y dejé un poco la música house y la escena de la música de baile. Me interesaban cosas más orgánicas, publicando música africana y jazz espiritual. Todavía era DJ, pero dejé de adquirir un montón de producciones nuevas. La escena de Amsterdam seguía en marcha, pero estaba un poco más tranquila.
¿Hay alguien que te haya inspirado para ser un tipo de DJ que pincha géneros musicales diferentes?
Tenemos un maestro muy importante: Theo Parrish. Cuando lo escuché por primera vez puso a Tony Allen, Chaka Khan, deep house, disco, cualquier cosa. Ese era el modelo. Aprendí de Theo Parrish antes que de Ron Hardy. No sabía mucho acerca de la historia de Chicago de pinchar discos de uptempo-soul mezclados con house. Pero cuando escuchamos a Theo por primera vez, fue como, "¡Qué coño, lo está pinchando todo!". Y por eso empezamos las sesiones Paradisco 2000. Queríamos DJs que pinchasen todo tipo de música, no solo música house.
¿En materia de pista de baile, piensas que hoy puedes permitirte hacer sets más amplios que hace 10 o 15 años?
Sí, por supuesto. En Paradisco 2000 poníamos una amplia gama de géneros musicales pero no siempre fue fácil. Sentó las bases de cómo pincho hoy. Pero también vaciar la pista era secillo con ciertos discos. Hoy en día hay mucha música que está siendo descubierta en muchos rincones del mundo. Lo vemos en la tienda todos los días con la cantidad de reediciones tan magníficas que recibimos. Pero la gente también parece estar mucho más interesada en descubrir esos misterios. Y hoy hay un buen número de DJs pinchando música diferente y variada y también funciona en la pista de baile.
Actualmente estás actuando en clubes con pistas abarrotadas de gente. Aunque estoy seguro de que por el camino has actuado también en salas medio vacías. ¿Qué has aprendido de todas esas experiencias?
Esas cosas pasan. Fue frustrante, sobre todo al principio. Paradisco era genial, pero también pasé por momentos en los que no había tanta magnificencia, así aprendí realmente el arte del DJ. A veces pinchaba en una sala secundaria en la planta superiror mientras algo grande estaba pasando en la zona principal. Quizá Joe Claussell. Entonces la sala de arriba estaba al 30% de su capacidad. Si pinchaba un disco equivocado vaciaba la pista. Aprendí a mezclar más rápido para poder mantener y no perder a la multitud. Se iban muy fácilmente. Para mí, es una sorpresa más grata cuando una fiesta no está funcionando y de pronto se convierte en una de esas fiestas verdaderamente especiales. Tiene que haber química entre la gente que baila, la energía que traen y la música que un DJ selecciona.
¿Cómo describirías tu estilo como DJ?
Es difícil describirlo porque es algo muy instintivo para mí. Quería aprender todos los elementos del oficio. Nunca estuve demasiado interesado en scratchear y hacer beat-juggles, me interesaba más intentar hacer bien el cue y que todo saliera bien, o simplemente mezclar discos mientras ambos faders estuvieran subidos. Compré un mixer de hip-hop para practicar y ser rápido con los faders. Pasé por todas esas fases del DJ y luego aparece todo junto tras un período de tiempo. Lo que intento hacer como DJ es que los sets musicalmente sean interesantes e introducir varios estilos, estados de ánimo y niveles de energía.
¿Cuál es tu configuración preferida en un club?
Platos, CDJs y una rotary mixer E&S. Super básico pero a mí me funciona. Prefiero estar al mismo nivel que las personas que están bailando. Tal vez un poco más alto también esté bien. Y me gustan los techos bajos. Prefiero espacios íntimos y oscuros porque me siento mejor. Suelos de madera son siempre los mejores pero ya no se ven con frecuencia. Cuanto más lejos estoy de la gente que está bailando, más difícil me es conectar. Por eso me gustó mucho el Dance Tunnel de Londres. Ya no está ahí, pero solamente era un sótano. Me gustan los sótanos.
¿Cómo de exigente eres con los soundsystems?
Bueno, el soundsystem en Dance Tunnel no era de lo mejor pero debido a las buenas vibraciones disfruté mucho. El sonido es importante, pero el ambiente quizá sea aún más importante.
Me he dado cuenta de que a veces pones el mismo tema dos o tres veces en una noche, lo hiciste con Kerri Chandler "On My Way" en Melkweg el año pasado y con "Spies Are Watching Me" de Voilaaa en De School este enero.
Eso es un truco clásico de DJ. Hay un par de razones por las que lo hago. La primera es la intuición. Si me gusta cierta canción en un momento determinado, ¿por qué no volver a ponerla cuando te viene a la mente? La segunda razón es que me gusta que la gente se vaya con una buena canción como recuerdo. También es un trabajo del DJ para promocionar ciertos discos. Aporrear es sencillo, pero hacer que la gente se enamore de una melodía una vez que salen de la pista de baile es importante para mí. Por eso pongo canciones incluso más de dos veces en una noche.
¿Cómo te arreglas para hacer el beatmatching?
La técnica siempre ha sido importante en Amsterdam. Si un DJ comete un error y hace dos cabalgadas en una noche, la gente lo comentaría. Pero ahora creo que no me preocupa demasiado. Me gusta cuando las mezclas son suaves, si no son suaves, también me doy cuenta de que puedo decir muchas cosas con el tipo de decisiones que estoy tomando. A veces, si estás experimentando e improvisando mucho, no puedes esperar que todas las mezclas sean perfectas. La selección de tracks es muy importante. Si solo pinchas house a cierto ritmo y usas un Rekordbox es difícil equivocarse. Recuerdo que la gente escribía los BPM en sus discos, yo nunca llegué tan lejos. Realmente no quiero preocuparme por eso. Entonces, si cometo un error, lo cometo.
Como DJ pinchas a tempos muy diferentes, ¿cómo te arreglas?
Pongo el material por estilos o rangos de tempo, en pequeñas pilas, aunque todavía hay que improvisar con todo eso, razón por la que pongo discos de techno a menos seis. Cuando voy a una fiesta veo lo que tengo, luego me fijo en los pequeños montones. Necesito asegurarme de tener controlada la música que encaje en un momento determinado, así sé que puedo permanecer si quiero con un groove house y no tratar de averiguar tediosamente si he traído los discos adecuados. Ahora, desde que viajo más, las aerolíneas están poniendo muchas dificultades con las maletas de discos y no estoy dispuesto a facturarlos, los llevo como equipaje de mano. Así que intento llevar de unos 40 a 60 a cada actuación, y por eso pincho una combinación de música digital y discos.
Si encuentras un gran disco, un pelotazo, pero por su cuantización es muy complicado de pinchar, ¿cuánta práctica necesitas para incluirlo en una sesión?
Paso entre tres y seis horas preparándome para un concierto. Tengo un montón de discos nuevos que quiero pinchar ahora mismo, pero el problema de siempre es llegar a conocerlos y que te den una buena sensación, así sé cuándo quiero pincharlos. Cuando mezclo algo por primera vez, me lo aprendo, sé qué parte del disco quiero usar para mezclarlo. Con house y techno es más fácil porque es música bien cuantizada y no fluctúa, es estricta. Pero si pongo un disco africano y durante los primeros 16 bares, el interprete está perdiendo el tempo durante los primeros ocho, y sé que en los segundos ocho el tempo es más estable, entonces lo mezclo en los segundos ocho. También necesito sentir donde está la energía de la canción.
¿Cómo logras el equilibrio entre preparación y espontaneidad?
Creo que puedes prepararlo todo a muerte si quieres. Y, supongo que esto pasa con muchos proyectos artísticos, es un reto combinar el arte del DJing con los demás elementos de la vida. Cualquiera puede hacer algo realmente bien si dispone de tiempo, pero también si dispone de tiempo para gestionar las otras cosas de la vida... ahí es donde está la dificultad. Me preparo en función de las horas que tengo disponibles y luego dejo que vaya solo, ya que necesito poder trabajar dentro de ese plazo. No he sido capaz de entregarme por completo al arte del DJing, he visto al respecto algo incierto. Nunca quise ganar mucho dinero con esto. No lo sentí así. Por eso abrí una tienda de discos. No estoy diciendo que esté mal, respeto a todo el mundo, pero nunca me he sentido cómodo siendo DJ a jornada completa.
Con un par de niños, entrenando a un equipo de fútbol los sábados por la mañana, dirigiendo Rush Hour, ¿cómo has podido lidiar con esto y cómo has hecho para llevar una vida normal?
Tiendo a tener mejores resultados si tengo un horario apretado. Y a veces, como este fin de semana, es demasiado: fui a la Dekmantel radio, luego pinché en De School, después fui a entrenar al equipo de fútbol de mi hija y luego fui a Düsseldorf. Se trata de aprovechar al máximo una cantidad limitada de tiempo. Me gusta mucho el DJing, estoy muy feliz por poder actuar pinchando. Lo veo como una posición privilegiada, pero también veo una posición privilegiada tener una familia y tener una vida familiar, y no quiero dejar ninguna de las dos cosas. Quiero hacer ambas cosas. Pasa lo mismo con la discográfica y con Rush Hour. Así que a veces solo es tema de un poco menos de sueño y un poco más de trabajo. Mi vida social no siempre está ahí. Estoy tratando de equilibrar más las cosas con las actuaciones, ya que no siempre es necesario pinchar dos o tres veces en un fin de semana. También puedo pinchar una vez y tener más de tiempo para mi vida social. Se trata de equilibrio, y todavía estoy aprendiendo y descubriendo cómo hacerlo mejor.
¿Cómo consigues ese equilibrio entre dar a la gente lo que conoce y dar algo que tal vez no ha escuchado antes?
Siento que mucho de esto se reduce a la sincronización. Si comienzo una noche, y no voy muy lejos al principio, puedo construir algo de mejor manera. Hay ciertas canciones que son himnos pero si las pongo demasiado temprano la gente no las sentirá como tal porque todavía no está lista para el himno. Sólo quieren cosas que les hagan entrar en el groove. Así que es más fácil empezar despacio y dejar que todo el mundo se acostumbre a la situación, y luego, cuando la situación sea más confortable, construir algo más. Encuentro placer en eso.
¿Cómo lidiar con el cambio con otro DJ en una hora punta?
Eso puede ser difícil. Si empiezas a las 3 de la mañana, no necesariamente tienes que estar listo para la energía que pueda haber en la pista de baile. Hunee y Sadar Bahar comienzan a menudo con una acapella donde simplemente rompen todo sin ningún miramiento. Porque si empiezas con una acapella,—
—restableces las cosas.
Sí, se restablece el espacio. Y entonces puedes ir en cualquier dirección. Pero si intento mezclar donde la otra persona lo dejó, la historia no está realmente en mis manos, especialmente si esa persona dejó la energía alta. Así que cuando tengo que dar el paso a otro DJ a las 3 AM o 4 AM, la mayoría de las veces me aseguro de no terminar con un nivel de energía demasiado alto, porque no creo que sea bueno para nadie en la sala. No es agradable para el DJ y no es agradable para el club. Si lo bajas un poco y el siguiente DJ puede empezar bien, entonces todo el mundo podrá sentir la energía otra vez. Creo que por eso es bueno empezar lento y tranquilo, porque así puedes dar algo más. Si terminas con una energía super alta, ¿qué haces? Sí, puedes bajarlo todo y empezar de nuevo, pero no es necesariamente lo que la gente podría estar deseando en ese momento.
Has empezado a pinchar en sesiones all-night. Dance Tunnel a principios de 2016 fue un ejemplo. ¿Cómo ocurrió?
Es algo que quería hacer, y estoy agradecido y feliz de que la gente y los promotores estén dispuestos a hacerlo. Siento que es la misma mentalidad que la de tratar de aprender otras habilidades. Creo que es importante como DJ saber hacer sesiones all-nigh. El tratar de estirar la energía durante seis, ocho o diez horas, requiere un poco de cabeza, me exige que aprenda y que sepa reinventarme en un momento de la noche cuando he tomado una dirección equivocada. Capto ese sentimiento de mi interior, sé que me está dirigiendo en la dirección incorrecta y tengo que encontrar una solución para conseguir de tomar de nuevo la trayectoria correcta.
Construir sesiones es algo que he hecho muchas veces gracias a las sesiones en Paradisco. A menudo solía abrir las noches, así que hacía digamos la primera capa. Y los primeros sets son importantes, pero también son más fáciles porque la gente no se va a ir. Lo sé porque quieren ver el acto principal. Pero cuando lo hago toda la noche, he de empezar desde ese punto, pero entonces tengo que transmitir algo más de energía y también he de estirarla durante más tiempo. Tengo que hacer algo agradable y que se convierta en una gran noche, y sólo puedo aprender haciéndolo. He hecho esto un par de veces actualmente.
Básicamente tú haces tu propio calentamiento durante los sets all-night.
Depende de mí decidir cuándo quiero que las cosas estén más tranquilas, y luego hacer sentir que la energía está subiendo, y llevarla más arriba, o bajarla otra vez, o ir en diferentes direcciones. Me minteresa también tocar muchos tipos de música. Creo que eso es bueno. Algo en lo que pienso, sobre todo cuando la noche es agradable, tengo algo de beber y estoy poniendo una canción de Stevie Wonder es, "Joder, ahora voy a poner un Robert Hood", y entonces trato de mezclarlo. Stevie es un baterista muy preciso, así que es relativamente fácil mezclarlo, pero a veces no es tan preciso y cuadrarlo es más complicado. Recuerdo una vez en Trouw que cambié las últimas diez canciones de la noche constantemente. Era pasar de música disco a Jeff Mills "The Bells" a Fela Kuti, sólo para joder. Simplemente estaba pinchando cosas diferentes, pero trate de darle un sentido. Recoger la energía. Y parecía que funcionaba.
¿Cómo te sientes con la idea de, por ejemplo, desarrollar un set solo de techno o solo de house?
Recientemente hice un set de techno en Concrete, en París, con el sello Indigo Aera. Y fue bien. Me gustó. Dentro de esa limitación sentí cierta progresión. Generalmente me gusta combinar muchos estilos diferentes de música y no quiero limitar la situación, pero un límite a veces también me obliga a ser creativo. Por eso disfruté mucho elaborando un set exclusivamente de música techno, porque significaba que no podría escaparme pinchando afrobeat o música disco. Me obligó a mantener un flujo dentro de un cierto perímetro musical.
Me gustaría preguntarte sobre algunas de las canciones marca de la casa. Hay algunos discos que muchos asociamos contigo como DJ. Tim Maia "Acenda O Farol", por ejemplo.
Lo encontré en Brasil. Lo pinché y funcionó. Lo volví a pinchar, volvió a funcionar de nuevo. Es muy pegadizo, así que supongo que la gente reacciona cuando lo pones en el momento adecuado. Por lo que sé, la canción no era muy conocida en Europa pero en Brasil es un clásico que yo personalmente desconocía. Lo descubrí más tarde actuando en Europa al recibir una respuesta de los brasileños al respecto, como en el vídeo del Macki Music Festival.
¿Cuánto de tu enfoque está en romper con una canción que has sido el primero en pinchar en tu círculo, en lugar de utilizar las canciones que has escuchado a otros DJs?
Creo que hay un cierto respeto por un DJ que da a conocer canciones que no se escuchan en una cierta escena. Trato de concentrarme la mayor parte del tiempo en intentar descubrir música nueva y vieja. Ahí es donde está la pasión. Me motiva encontrar cosas que no he escuchado antes. Es bonito cuando investigo en una dirección que no conozco y escucho nuevas canciones que puedo pinchar. Para mí, ese es el oficio del DJ, porque en esencia un DJ es solo un promotor de discos. Él o ella tiene que promover los discos que tú aún no has escuchado para que se conviertan en cosas valiosas para alguien. Si copio los tracks de otras sesiones, porque oigo una canción increíble, y luego empiezo a ponerla, no necesariamente me da esa misma sensación. No quiero decir que no haga esto, aprendo todo el tiempo sobre música a través de otras personas.
Hay también un track de tu set en Boiler Room en el festival Dekmantel el año pasado.
Eso es "MBO Theme" de Warrior, que es una versión de Klein & MBO "The MBO Theme". Me enteré que nadie lo conocía al pincharlo. No lo sabía, lo pinchaba sin más. Lo encontré en Cape Town en un viaje digger.
Cuéntame cómo está organizada tu colección de discos personales.
Están ordenados por país, estilo, artista y sello. Así, tengo etiquetas por ejemplo de Brasil, Brasil Boogie, Samba Rock y Tim Maia. O una sección de Chicago house, Relief, Dance Mania, Lil' Louis, Prescription/Ron Trent etc. O 12"-disco, Loft Classics y Patrick Adams / P&P. Trato de crear una amplia gama de etiquetas para encontrar lo que necesito rápidamente.
Has estado pinchando mucho con Hunee durante los últimos dos años. ¿Cómo describirías la dinámica con él?
Hemos llegado a conocernos bien durante los últimos cinco años. Lo contratamos una noche para pinchar con nosotros en una fiesta, actuamos un par de horas juntos, él pinchó un par de horas, y luego en algún momento empezamos a pinchar juntos. Mola. No rompemos nunca el flujo del otro. Nos movemos en todas direcciones pero tenemos de algún modo el mismo vibe. Y así lo seguimos haciendo. Algunos promotores se dieron cuenta: primero fue Trouw y Lowlands Festival. En Lowlands, el público explotó. Fue realmente una locura. Llegamos al último disco y decidimos poner "I Feel Love" de Donna Summer y entonces pasó esto. Ahí fue donde comenzó. No he visto nunca reaccionar un club de esa forma solo pinchando discos, ni una banda ni nada. Y supongo que la gente lo vio y empezaron a pedirnos que hicieramos sesiones juntos más a menudo.
¿Hay algún acuerdo del tipo "vale, vamos a poner dos o tres temas cada uno?"
Cuando actuamos juntos no planeamos nada. Lo único que sabemos es que no podemos poner cosas que nos aburran, así que tenemos que buscar lo más fresco que tengamos, porque si empiezas a repetir cosas es un poco como, "Ah, vale, ya sé por dónde vas". Sabemos inconscientemente que eso no es lo más apropiado. Así que me motiva a hacer cosas diferentes. Es muy natural. A veces tenemos muy poco tiempo para hablar antes de empezar a pinchar. Entra él, entro yo, y empezamos.
Vas a hacer cerrar este año el escenario principal del Dekmantel Festival con Hunee. ¿Cómo te preparas y qué tipo de canciones crees que pueden funcionan bien en un ambiente como ese?
Es un gran honor y un gran desafío al mismo tiempo. He pinchado en grandes salas antes y en festivales como Lowlands, así que no es totalmente nuevo. Tampoco es lo mío pinchar en grandes eventos pero cuando el festival nos preguntó aceptamos el desafío con los brazos abiertos. Creo que es importante hacer cosas con las que no necesariamente te sientas cómodo de inmediato.
También me pasó eso en Londres, en la fiesta You're A Melody, donde pinchamos con unos platos EMT, que significaba básicamente hacerlo todo con botones, sin mezcla, sin control de pitch, de modo que las canciones tenían que ser puestas a la velocidad original. Tal limitación podría sonar innecesaria hoy, en un mundo con opciones ilimitadas, pero me di cuenta de que tenía que ser más astuto en la selección.
Lo mismo ocurre en una gran evento con más de 1000 personas. Actualmente estoy pensando en canciones que puedan destacar en ese contexto, en un espacio más grande, y que funcionen para con una audiencia mayor. Por supuesto que hay mucha música moderna bien producida que puede hacer explotar un sistema así, pero se trata de hacer una transformación y hacerlo lento, dulce, conmovedor, experimental o lo que sea... Estoy escuchando las producciones con mucha atención, como se mantiene la energía durante una melodía y cómo podría llegar a sonar de verdad. Hay una gran diferencia entre una sólida producción de Kerri Chandler y un viejo disco de Trax, por ejemplo. En lo que respecta a nuestro back-to-back, hemos acordado que para grandes festivales seguiremos el mismo procedimiento que hacemos en todas nuestras actuaciones juntos, ya que es importante encontrar esa energía más honesta. No me puedo preparar para ello.
Después de la última encuesta de RA comentaste en Facebook que tuviste que hacer alguna pausa para recuperarte de una intervención debida al cancer. ¿Cómo fueron esos descansos y cómo fue volver luego a los escenarios?
La primera vez que enfermé fue difícil porque tenía conciertos, tenía planes y tuve que cancelarlos. Estaba a punto de ir a Alemania a pinchar y estaba tratando de mantener mi carrera a nivel internacional, pero no pude pinchar. Tuve que cancelarlo todo. Tarde un año para recuperar la energía y poder volver, especialmente después de la quimioterapia. Eso fue en 2006. Después de cinco años se manifestó de nuevo y tuve que tomármelo con calma, solamente un círculo pequeño de gente lo sabía. Necesitaba gestionarlo todo bien, y pinchar algo menos. Esto es algo ya del pasado, hace más de cinco años, y hoy mi salud está estable.
¿Qué significó para ti ser DJ en ese momento de tu vida?
Para cualquiera que tenga que lidiar con una enfermedad, hay mucha inseguridad. Mientras estuviera bajo tratamiento estaba más tranquilo. Me empezé a estresar cuando lo dejé, porque ese era el momento en que iba a ver cómo reaccionaba mi cuerpo. Por lo menos en mi caso, durante el tratamiento estaba tranquilo. Era más como que mi físico por momentos estaba realmente mal. Pero cuando me sometí a la quimio, todo cambió. A veces me sentía débil. Cuando me sentía mejor, un amigo me llevaba a las actuaciones, pinchaba y me iba, sin bebidas ni nada.
¿Qué consejo le darías a aquellas personas que están empezando en el mundo DJ?
Disfrútenlo, escuchen, estudien, observen y pinchen desde el corazón. Me gusta que sea lo más natural posible. Eso también es lo que me apasiona en los sets back-to-back con Hunee, por ejemplo, o en otras actuaciones. Puedo preparar todo cuanto quiera, pero si improviso —y ese es el momento más bonito— también debo soltarme y confiar en que mi sentimiento estará en sintonía con la sensación de la noche y de la gente en general. Por eso hay siempre tanta incertidumbre, porque no tengo ni idea de cómo será mi próxima actuación. Eso es lo que me inspira para buscar música. Cuando busco y descubro cosas que no he escuchado antes, hay mucho valor en ello. Y también hay una historia, tu propia historia.
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Esta es una traducción del artículo escrito por Aaron Coultate y publicado por Resident Advisor el 6 de marzo de 2017. Fotos de Andy Tan y KI-Yuu. Traducido por Enrique GK — Leer artículo original